Sorprendió Gallardo, como siempre, esta vez con línea de cinco. Siempre inventa algo. Decía que el fútbol nos tiene adormecidos, como una droga, para que no nos ocupemos de los graves problemas de la vida diaria.
Montiel empezó a comerse la banda, y cruzaba pelotazos para el Pity que llegaba siempre solo. Por el otro lado Casco hace lo mismo. ¿Qué partido planificó el Mellizo?
Me refiero, por ejemplo, ayer se supo que el Gobierno Nacional nombró cientos de empleados más en el organismo que tiene que limpiar el Riachuelo mientras sigue más mugriento que nunca per gastando más plata que antes. Y nosotros ocupados de un partido de fútbol.
Lo que no me explico es cómo te pueden empatar un partido sacando de la mitad de la cancha. Pobre Wanchope, iba camino a ser el héroe.
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Lo que pasa es que nos obnubilamos por una pelota y no ponemos la misma energía en el trabajo, la escuela de los chicos, la salud de la familia y ni hablar de las cuestiones públicas. La inflación, por ejemplo: el súper es cada vez más caro pero la gente compra asados para ver un partido.
Por suerte Boca tiene individualidades con poder de gol. Porque a planificar no le gana nadie al Muñeco. Ahora se complica la cosa en el Monumental.
Quince días sin dormir dijo Macri el otro día. Por favor, como si no hubiera preocupaciones para tener insomnio en este país.
Con el gol que falló, ese muchacho Benedetto no va a poder dormir por quince días, mirá si además le cuesta la copa. Por Dios.
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Encima con un presidente futbolero toda esa furia irracional que genera el fútbol se ha potenciado. Aunque los anteriores también. Usaban el fútbol para comprar voluntades políticas. Es difícil salir de una crisis si gastamos energía en nimiedades.
Demasiado esfuerzo en protegerse mientras que los que saben jugar al fútbol están en el banco, o ni eso: Gago, Cardona, Tévez, Zárate. Correr y correr no te garantiza nada si no sabés qué hacer con la pelota.
Suspendamos el fútbol. Para que las pasiones se canalicen hacia donde corresponde. Apostemos a los chicos de las inferiores, por ejemplo. De este modo no podemos seguir.
Esta columna fue publicada en el programa Córdoba al Cuadrado de Radio Suquía – FM 96.5 – Córdoba – Argentina.